[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: John 7-9 Day: 238
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Tue Aug 27 00:00:01 MDT 2013
Bible in 52 Weeks:
John 7:1: Y PASADAS estas cosas andaba Jesús en Galilea: que no querÃa andar en Judea, porque los JudÃos procuraban matarle.
John 7:2: Y estaba cerca la fiesta de los JudÃos, la de los tabernáculos.
John 7:3: Y dijéronle sus hermanos: Pásate de aquÃ, y vete á Judea, para que también tus discÃpulos vean las obras que haces.
John 7:4: Que ninguno que procura ser claro, hace algo en oculto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.
John 7:5: Porque ni aun sus hermanos creÃan en él.
John 7:6: DÃceles entonces Jesús: Mi tiempo aun no ha venido; mas vuestro tiempo siempre está presto.
John 7:7: No puede el mundo aborreceros á vosotros; mas á mà me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
John 7:8: Vosotros subid á esta fiesta; yo no subo aún á esta fiesta, porque mi tiempo aun no es cumplido.
John 7:9: Y habiéndoles dicho esto, quedóse en Galilea.
John 7:10: Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió á la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto.
John 7:11: Y buscábanle los JudÃos en la fiesta, y decÃan: ¿Dónde está aquél?
John 7:12: Y habÃa grande murmullo de él entre la gente: porque unos decÃan: Bueno es; y otros decÃan: No, antes engaña á las gentes.
John 7:13: Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los JudÃos.
John 7:14: Y al medio de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.
John 7:15: y maravillábanse los JudÃos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, no habiendo aprendido?
John 7:16: Respondióles Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mÃa, sino de aquél que me envió.
John 7:17: El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, ó si yo hablo de mà mismo.
John 7:18: El que habla de sà mismo, su propia gloria busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
John 7:19: ¿No os dió Moisés la ley, y ninguno de vosotros hace la ley? ¿Por qué me procuráis matar?
John 7:20: Respondió la gente, y dijo: Demonio tienes: ¿quién te procura matar?
John 7:21: Jesús respondió, y dÃjoles: Una obra hice, y todos os maravilláis.
John 7:22: Cierto, Moisés os dió la circuncisión (no porque sea de Moisés, mas de los padres); y en sábado circuncidáis al hombre.
John 7:23: Si recibe el hombre la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado hice sano todo un hombre?
John 7:24: No juzguéis según lo que parece, mas juzgad justo juicio.
John 7:25: DecÃan entonces unos de los de Jerusalem: ¿No es éste al que buscan para matarlo?
John 7:26: Y he aquÃ, habla públicamente, y no le dicen nada; ¿si habrán entendido verdaderamente los prÃncipes, que éste es el Cristo?
John 7:27: Mas éste, sabemos de dónde es: y cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
John 7:28: Entonces clamaba Jesús en el templo, enseñando y diciendo: Y á mà me conocéis, y sabéis de dónde soy: y no he venido de mà mismo; mas el que me envió es verdadero, al cual vosotros no conocéis.
John 7:29: Yo le conozco, porque de él soy, y él me envió.
John 7:30: Entonces procuraban prenderle; mas ninguno puso en él mano, porque aun no habÃa venido su hora.
John 7:31: Y muchos del pueblo creyeron en él, y decÃan: El Cristo, cuando viniere, ¿hará más señales que las que éste hace?
John 7:32: Los Fariseos oyeron á la gente que murmuraba de él estas cosas; y los prÃncipes de los sacerdotes y los Fariseos enviaron servidores que le prendiesen.
John 7:33: Y Jesús dijo: Aun un poco de tiempo estaré con vosotros, é iré al que me envió.
John 7:34: Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
John 7:35: Entonces los JudÃos dijeron entre sÃ: ¿à dónde se ha de ir éste que no le hallemos? ¿Se ha de ir á los esparcidos entre los Griegos, y á enseñar á los Griegos?
John 7:36: ¿Qué dicho es éste que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir?
John 7:37: Mas en el postrer dÃa grande de la fiesta, Jesús se ponÃa en pie y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga á mà y beba.
John 7:38: El que cree en mÃ, como dice la Escritura, rÃos de agua viva correrán de su vientre.
John 7:39: (Y esto dijo del EspÃritu que habÃan de recibir los que creyesen en él: pues aun no habÃa venido el EspÃritu Santo; porque Jesús no estaba aún glorificado.)
John 7:40: Entonces algunos de la multitud, oyendo este dicho, decÃan: Verdaderamente éste es el profeta.
John 7:41: Otros decÃan: Ãste es el Cristo. Algunos empero decÃan: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?
John 7:42: ¿No dice la Escritura, que de la simiente de David, y de la aldea de Bethlehem, de donde era David, vendrá el Cristo?
John 7:43: Asà que habÃa disensión entre la gente acerca de él.
John 7:44: Y algunos de ellos querÃan prenderle; mas ninguno echó sobre él manos.
John 7:45: Y los ministriles vinieron á los principales sacerdotes y á los Fariseos; y ellos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis?
John 7:46: Los ministriles respondieron: Nunca ha hablado hombre asà como este hombre.
John 7:47: Entonces los Fariseos les respondieron: ¿Estáis también vosotros engañados?
John 7:48: ¿Ha creÃdo en él alguno de los prÃncipes, ó de los Fariseos?
John 7:49: Mas estos comunales que no saben la ley, malditos son.
John 7:50: DÃceles Nicodemo (el que vino á él de noche, el cual era uno de ellos):
John 7:51: ¿Juzga nuestra ley á hombre, si primero no oyere de él, y entendiere lo que ha hecho?
John 7:52: Respondieron y dijéronle: ¿Eres tú también Galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se levantó profeta.
John 7:53: Y fuése cada uno á su casa.
John 8:1: Y JESÃS se fué al monte de las Olivas.
John 8:2: Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino á él: y sentado él, los enseñaba.
John 8:3: Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en adulterio; y poniéndola en medio,
John 8:4: DÃcenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando;
John 8:5: Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices?
John 8:6: Mas esto decÃan tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribÃa en tierra con el dedo.
John 8:7: Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y dÃjoles: El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.
John 8:8: Y volviéndose á inclinar hacia abajo, escribÃa en tierra.
John 8:9: Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salÃanse uno á uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
John 8:10: Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, dÃjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?
John 8:11: Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más.
John 8:12: Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida.
John 8:13: Entonces los Fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio: tu testimonio no es verdadero.
John 8:14: Respondió Jesús, y dÃjoles: Aunque yo doy testimonio de mà mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y á dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y á dónde voy.
John 8:15: Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo á nadie.
John 8:16: Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
John 8:17: Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
John 8:18: Yo soy el que doy testimonio de mà mismo: y da testimonio de mà el que me envió, el Padre.
John 8:19: Y decÃanle: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni á mà me conocéis, ni á mi Padre; si á mà me conocieseis, á mi Padre también conocierais.
John 8:20: Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el templo: y nadie le prendió; porque aun no habÃa venido su hora.
John 8:21: Y dÃjoles otra vez Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, mas en vuestro pecado moriréis: á donde yo voy, vosotros no podéis venir.
John 8:22: DecÃan entonces los JudÃos: ¿Hase de matar á sà mismo, que dice: à donde yo voy, vosotros no podéis venir?
John 8:23: Y decÃales: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
John 8:24: Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados: porque si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
John 8:25: Y decÃanle: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: El que al principio también os he dicho.
John 8:26: Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros: mas el que me envió, es verdadero: y yo, lo que he oÃdo de él, esto hablo en el mundo.
John 8:27: Mas no entendieron que él les hablaba del Padre.
John 8:28: DÃjoles pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que nada hago de mà mismo; mas como el Padre me enseñó, esto hablo.
John 8:29: Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que á él agrada, hago siempre.
John 8:30: Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.
John 8:31: Y decÃa Jesús á los JudÃos que le habÃan creÃdo: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discÃpulos;
John 8:32: Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.
John 8:33: Y respondiéronle: Simiente de Abraham somos, y jamás servimos á nadie: ¿cómo dices tú: Seréis libres?
John 8:34: Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado.
John 8:35: Y el siervo no queda en casa para siempre: el hijo queda para siempre.
John 8:36: Asà que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
John 8:37: Sé que sois simiente de Abraham, mas procuráis matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros.
John 8:38: Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oÃdo cerca de vuestro padre.
John 8:39: Respondieron y dijéronle: Nuestro padre es Abraham. DÃceles Jesús: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham harÃas.
John 8:40: Empero ahora procuráis matarme, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oÃdo de Dios: no hizo esto Abraham.
John 8:41: Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Dijéronle entonces: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.
John 8:42: Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amarÃais: porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mà mismo, mas él me envió.
John 8:43: ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? porque no podéis oÃr mi palabra.
John 8:44: Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Ãl, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
John 8:45: Y porque yo digo verdad, no me creéis.
John 8:46: ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
John 8:47: El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oÃs vosotros, porque no sois de Dios.
John 8:48: Respondieron entonces los JudÃos, y dijéronle: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres Samaritano, y tienes demonio?
John 8:49: Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro á mi Padre; y vosotros me habéis deshonrado.
John 8:50: Y no busco mi gloria: hay quien la busque, y juzgue.
John 8:51: De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre.
John 8:52: Entonces los JudÃos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas, y tú dices: El que guardare mi palabra, no gustará muerte para siempre.
John 8:53: ¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? y los profetas murieron: ¿quién te haces á ti mismo?
John 8:54: Respondió Jesús: Si yo me glorifico á mà mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica; el que vosotros decÃs que es vuestro Dios;
John 8:55: Y no le conocéis: mas yo le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros mentiroso: mas le conozco, y guardo su palabra.
John 8:56: Abraham vuestro padre se gozó por ver mi dÃa; y lo vió, y se gozó.
John 8:57: Dijéronle entonces los JudÃos: Aun no tienes cincuenta años, ¿y has visto á Abraham?
John 8:58: DÃjoles Jesús: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
John 8:59: Tomaron entonces piedras para tirarle: mas Jesús se encubrió, y salió del templo; y atravesando por medio de ellos, se fué.
John 9:1: Y PASANDO Jesús, vió un hombre ciego desde su nacimiento.
John 9:2: Y preguntáronle sus discÃpulos, diciendo: RabbÃ, ¿quién pecó, éste ó sus padres, para que naciese ciego?
John 9:3: Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres: mas para que las obras de Dios se manifiesten en él.
John 9:4: Conviéneme obrar las obrar del que me envió, entre tanto que el dÃa dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar.
John 9:5: Entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo.
John 9:6: Esto dicho, escupió en tierra, é hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo sobre los ojos del ciego,
John 9:7: Y dÃjole: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa, si lo interpretares, Enviado). Y fué entonces, y lavóse, y volvió viendo.
John 9:8: Entonces los vecinos, y los que antes le habÃan visto que era ciego, decÃan: ¿no es éste el que se sentaba y mendigaba?
John 9:9: Unos decÃan: Ãste es; y otros: à él se parece. Ãl decÃa: Yo soy.
John 9:10: Y dijéronle: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?
John 9:11: Respondió él y dijo: El hombre que se llama Jesús, hizo lodo, y me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate: y fuÃ, y me lavé, y recibà la vista.
John 9:12: Entonces le dijeron: ¿Dónde está aquél? Ãl dijo: No sé.
John 9:13: Llevaron á los Fariseos al que antes habÃa sido ciego.
John 9:14: Y era sábado cuando Jesús habÃa hecho el lodo, y le habÃa abierto los ojos.
John 9:15: Y volviéronle á preguntar también los Fariseos de qué manera habÃa recibido la vista. Y él les dijo: Púsome lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.
John 9:16: Entonces unos de los Fariseos decÃan: Este hombre no es de Dios, que no guarda el sábado. Otros decÃan: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y habÃa disensión entre ellos.
John 9:17: Vuelven á decir al ciego: ¿Tú, qué dices del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.
John 9:18: Mas los JudÃos no creÃan de él, que habÃa sido ciego, y hubiese recibido la vista, hasta que llamaron á los padres del que habÃa recibido la vista;
John 9:19: Y preguntáronles, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decÃs que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?
John 9:20: Respondiéronles sus padres y dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego:
John 9:21: Mas cómo vea ahora, no sabemos; ó quién le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos; él tiene edad, preguntadle á él; él hablará de sÃ.
John 9:22: Esto dijeron sus padres, porque tenÃan miedo de los JudÃos: porque ya los JudÃos habÃan resuelto que si alguno confesase ser él el MesÃas, fuese fuera de la sinagoga.
John 9:23: Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle á él.
John 9:24: Asà que, volvieron á llamar al hombre que habÃa sido ciego, y dijéronle: Da gloria á Dios: nosotros sabemos que este hombre es pecador.
John 9:25: Entonces él respondió, y dijo: Si es pecador, no lo sé: una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
John 9:26: Y volviéronle á decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
John 9:27: Respondióles: Ya os lo he dicho, y no habéis atendido: ¿por qué lo queréis otra vez oÃr? ¿queréis también vosotros haceros sus discÃpulos?
John 9:28: Y le ultrajaron, y dijeron: Tú eres su discÃpulo; pero nosotros discÃpulos de Moisés somos.
John 9:29: Nosotros sabemos que á Moisés habló Dios: mas éste no sabemos de dónde es.
John 9:30: Respondió aquel hombre, y dÃjoles: Por cierto, maravillosa cosa es ésta, que vosotros no sabéis de dónde sea, y á mà me abrió los ojos.
John 9:31: Y sabemos que Dios no oye á los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, á éste oye.
John 9:32: Desde el siglo no fué oÃdo, que abriese alguno los ojos de uno que nació ciego.
John 9:33: Si éste no fuera de Dios, no pudiera hacer nada.
John 9:34: Respondieron, y dijéronle: En pecados eres nacido todo, ¿y tú nos enseñas? Y echáronle fuera.
John 9:35: Oyó Jesús que le habÃan echado fuera; y hallándole, dÃjole: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
John 9:36: Respondió él, y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
John 9:37: Y dÃjole Jesús: Y le has visto, y el que habla contigo, él es.
John 9:38: Y él dice: Creo, Señor; y adoróle.
John 9:39: Y dijo Jesús: Yo, para juicio he venido á este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, sean cegados.
John 9:40: Y ciertos de los Fariseos que estaban con él oyeron esto, y dijéronle: ¿Somos nosotros también ciegos?
John 9:41: DÃjoles Jesús: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado: mas ahora porque decÃs, Vemos, por tanto vuestro pecado permanece.
(SpaRV)
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