[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: 1 Samuel 1-5 Day: 73
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Sat Mar 15 00:00:01 MDT 2014
Bible in 52 Weeks:
I Samuel 1:1: HUBO un varón de Ramathaim de Sophim, del monte de Ephraim, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Thohu, hijo de Suph, Ephrateo.
I Samuel 1:2: Y tenÃa él dos mujeres; el nombre de la una era Anna, y el nombre de la otra Peninna. Y Peninna tenÃa hijos, mas Anna no los tenÃa.
I Samuel 1:3: Y subÃa aquel varón todos los años de su ciudad, á adorar y sacrificar á Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de ElÃ, Ophni y Phinees, sacerdotes de Jehová.
I Samuel 1:4: Y cuando venÃa el dÃa, Elcana sacrificaba, y daba á Peninna su mujer, y á todos sus hijos y á todas sus hijas, á cada uno su parte.
I Samuel 1:5: Mas á Anna daba una parte escogida; porque amaba á Anna, aunque Jehová habÃa cerrado su matriz.
I Samuel 1:6: Y su competidora la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová habÃa cerrado su matriz.
I Samuel 1:7: Y asà hacÃa cada año: cuando subÃa á la casa de Jehová, enojaba asà á la otra; por lo cual ella lloraba, y no comÃa.
I Samuel 1:8: Y Elcana su marido le dijo: Anna, ¿por qué lloras? ¿y por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
I Samuel 1:9: Y levantóse Anna después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elà estaba sentado en una silla junto á un pilar del templo de Jehová,
I Samuel 1:10: Ella con amargura de alma oró á Jehová, y lloró abundantemente.
I Samuel 1:11: à hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mÃ, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres á tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré á Jehová todos los dÃas de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza.
I Samuel 1:12: Y fué que como ella orase largamente delante de Jehová, Elà estaba observando la boca de ella.
I Samuel 1:13: Mas Anna hablaba en su corazón, y solamente se movÃan sus labios, y su voz no se oÃa; y túvola Elà por borracha.
I Samuel 1:14: Entonces le dijo ElÃ: ¿Hasta cuándo estarás borracha?; digiere tu vino.
I Samuel 1:15: Y Anna le respondió, diciendo: No, señor mÃo: mas yo soy una mujer trabajada de espÃritu: no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
I Samuel 1:16: No tengas á tu sierva por una mujer impÃa: porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
I Samuel 1:17: Y Elà respondió, y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
I Samuel 1:18: Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y fuése la mujer su camino, y comió, y no estuvo más triste.
I Samuel 1:19: Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volviéronse, y vinieron á su casa en Ramatha. Y Elcana conoció á Anna su mujer, y Jehová se acordó de ella.
I Samuel 1:20: Y fué que corrido el tiempo, después de haber concebido Anna, parió un hijo, y púsole por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo demandé á Jehová.
I Samuel 1:21: Después subió el varón Elcana, con toda su familia, á sacrificar á Jehová el sacrificio acostumbrado, y su voto.
I Samuel 1:22: Mas Anna no subió, sino dijo á su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado; para que lo lleve y sea presentado delante de Jehová, y se quede allá para siempre.
I Samuel 1:23: Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te pareciere; quédate hasta que lo destetes; solamente Jehová cumpla su palabra. Y quedóse la mujer, y crió su hijo hasta que lo destetó.
I Samuel 1:24: Y después que lo hubo destetado, llevólo consigo, con tres becerros, y un epha de harina, y una vasija de vino, y trájolo á la casa de Jehová en Silo: y el niño era pequeño.
I Samuel 1:25: Y matando el becerro, trajeron el niño á ElÃ.
I Samuel 1:26: Y ella dijo: ¡Oh, señor mÃo! vive tu alma, señor mÃo, yo soy aquella mujer que estuvo aquà junto á ti orando á Jehová.
I Samuel 1:27: Por este niño oraba, y Jehová me dió lo que le pedÃ.
I Samuel 1:28: Yo pues le vuelvo también á Jehová: todos los dÃas que viviere, será de Jehová. Y adoró allà á Jehová.
I Samuel 2:1: Y ANNA oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi cuerno es ensalzado en Jehová; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salud.
I Samuel 2:2: No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; Y no hay refugio como el Dios nuestro.
I Samuel 2:3: No multipliquéis hablando grandezas, altanerÃas; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y á él toca el pesar las acciones.
I Samuel 2:4: Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los flacos se ciñeron de fortaleza.
I Samuel 2:5: Los hartos se alquilaron por pan: Y cesaron los hambrientos: Hasta parir siete la estéril, Y la que tenÃa muchos hijos enfermó.
I Samuel 2:6: Jehová mata, y él da vida: Ãl hace descender al sepulcro, y hace subir.
I Samuel 2:7: Jehová empobrece, y él enriquece: Abate, y ensalza.
I Samuel 2:8: Ãl levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso ensalza del estiércol, Para asentarlo con los prÃncipes; Y hace que tengan por heredad asiento de honra: Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él asentó sobre ellas el mundo.
I Samuel 2:9: Ãl guarda los pies de sus santos, Mas los impÃos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su fuerza.
I Samuel 2:10: Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos: Jehová juzgará los términos de la tierra, Y dará fortaleza á su Rey, Y ensalzará el cuerno de su MesÃas.
I Samuel 2:11: Y Elcana se volvió á su casa en Ramatha; y el niño ministraba á Jehová delante del sacerdote ElÃ.
I Samuel 2:12: Mas los hijos de Elà eran hombres impÃos, y no tenÃan conocimiento de Jehová.
I Samuel 2:13: Y la costumbre de los sacerdotes con el pueblo era que, cuando alguno ofrecÃa sacrificio, venÃa el criado del sacerdote mientras la carne estaba á cocer, trayendo en su mano un garfio de tres ganchos;
I Samuel 2:14: Y herÃa con él en la caldera, ó en la olla, ó en el caldero, ó en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para si. De esta manera hacÃan á todo Israelita que venÃa á Silo.
I Samuel 2:15: Asimismo, antes de quemar el sebo, venÃa el criado del sacerdote, y decÃa al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
I Samuel 2:16: Y si le respondÃa el varón, Quemen luego el sebo hoy, y después toma tanta como quisieres; él respondÃa: No, sino ahora la has de dar: de otra manera yo la tomaré por fuerza.
I Samuel 2:17: Era pues el pecado de los mozos muy grande delante de Jehová; porque los hombres menospreciaban los sacrificios de Jehová.
I Samuel 2:18: Y el joven Samuel ministraba delante de Jehová, vestido de un ephod de lino.
I Samuel 2:19: Y hacÃale su madre una túnica pequeña, y traÃasela cada año, cuando subÃa con su marido á ofrecer el sacrificio acostumbrado.
I Samuel 2:20: Y Elà bendijo á Elcana y á su mujer, diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de esta petición que hizo á Jehová. Y volviéronse á su casa.
I Samuel 2:21: Y visitó Jehová á Anna, y concibió, y parió tres hijos, y dos hijas. Y el joven Samuel crecÃa delante de Jehová.
I Samuel 2:22: Elà empero era muy viejo, y oyó todo lo que sus hijos hacÃan á todo Israel, y como dormÃan con las mujeres que velaban á la puerta del tabernáculo del testimonio.
I Samuel 2:23: Y dÃjoles: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes.
I Samuel 2:24: No, hijos mÃos; porque no es buena fama la que yo oigo: que hacéis pecar al pueblo de Jehová.
I Samuel 2:25: Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová los querÃa matar.
I Samuel 2:26: Y el joven Samuel iba creciendo, y adelantando delante de Dios y delante de los hombres.
I Samuel 2:27: Y vino un varón de Dios á ElÃ, y dÃjole: Asà ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente á la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?
I Samuel 2:28: Y yo le escogà por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase perfume, y trajese ephod delante de mÃ; y dà á la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.
I Samuel 2:29: ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado á tus hijos más que á mÃ, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
I Samuel 2:30: Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo habÃa dicho que tu casa y la casa de tu padre andarÃan delante de mà perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré á los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles.
I Samuel 2:31: He aquà vienen dÃas, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.
I Samuel 2:32: Y verás competidor en el tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien á Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa.
I Samuel 2:33: Y no te cortaré del todo varón de mi altar, para hacerte marchitar tus ojos, y henchir tu ánimo de dolor; mas toda la crÃa de tu casa morirá en la edad varonil.
I Samuel 2:34: Y te será por señal esto que acontecerá á tus dos hijos, Ophni y Phinees: ambos morirán en un dÃa.
I Samuel 2:35: Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme á mi corazón y á mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todo los dÃas.
I Samuel 2:36: Y será que el que hubiere quedado en tu casa, vendrá á postrársele por un dinero de plata y un bocado de pan, diciéndole: Ruégote que me constituyas en algún ministerio, para que coma un bocado de pan.
I Samuel 3:1: Y EL joven Samuel ministraba á Jehová delante de ElÃ: y la palabra de Jehová era de estima en aquellos dÃas; no habÃa visión manifiesta.
I Samuel 3:2: Y aconteció un dÃa, que estando Elà acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban á oscurecerse, que no podÃa ver,
I Samuel 3:3: Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde el arca de Dios estaba: y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,
I Samuel 3:4: Jehová llamó á Samuel; y él respondió: Heme aquÃ.
I Samuel 3:5: Y corriendo luego á ElÃ, dijo: Heme aquÃ; ¿para qué me llamaste? Y Elà le dijo: Yo no he llamado; vuélvete á acostar. Y él se volvió, y acostóse.
I Samuel 3:6: Y Jehová volvió á llamar otra vez á Samuel. Y levantándose Samuel vino á ElÃ, y dijo: Heme aquÃ; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mÃo, yo no he llamado; vuelve, y acuéstate.
I Samuel 3:7: Y Samuel no habÃa conocido aún á Jehová, ni la palabra de Jehová le habÃa sido revelada.
I Samuel 3:8: Jehová pues llamó la tercera vez á Samuel. Y él levantándose vino á ElÃ, y dijo: Heme aquÃ; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elà que Jehová llamaba al joven.
I Samuel 3:9: Y dijo Elà á Samuel: Ve, y acuéstate: y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, que tu siervo oye. Asà se fué Samuel, y acostóse en su lugar.
I Samuel 3:10: Y vino Jehová, y paróse, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, que tu siervo oye.
I Samuel 3:11: Y Jehová dijo á Samuel: He aquà haré yo una cosa en Israel, que á quien la oyere, le retiñirán ambos oÃdos.
I Samuel 3:12: Aquel dÃa yo despertaré contra Elà todas las cosas que he dicho sobre su casa. En comenzando, acabaré también.
I Samuel 3:13: Y mostraréle que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos se han envilecido, y él no los ha estorbado.
I Samuel 3:14: Y por tanto yo he jurado á la casa de ElÃ, que la iniquidad de la casa de Elà no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con presentes.
I Samuel 3:15: Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temÃa descubrir la visión á ElÃ.
I Samuel 3:16: Llamando pues Elà á Samuel, dÃjole: Hijo mÃo, Samuel. Y él respondió: Heme aquÃ.
I Samuel 3:17: Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló Jehová?; ruégote que no me la encubras: asà te haga Dios y asà te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.
I Samuel 3:18: Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.
I Samuel 3:19: Y Samuel creció, y Jehová fué con él, y no dejó caer á tierra ninguna de sus palabras.
I Samuel 3:20: Y conoció todo Israel desde Dan hasta Beer-sebah, que Samuel era fiel profeta de Jehová.
I Samuel 3:21: Asà tornó Jehová á aparecer en Silo: porque Jehová se manifestó á Samuel en Silo con palabra de Jehová.
I Samuel 4:1: Y SAMUEL habló á todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel á encontrar en batalla á los Filisteos, y asentó campo junto á Eben-ezer, y los Filisteos asentaron el suyo en Aphec.
I Samuel 4:2: Y los Filisteos presentaron la batalla á Israel; y trabándose el combate, Israel fué vencido delante de los Filisteos, los cuales hirieron en la batalla por el campo como cuatro mil hombres.
I Samuel 4:3: Y vuelto que hubo el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los Filisteos? Traigamos á nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.
I Samuel 4:4: Y envió el pueblo á Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que estaba asentado entre los querubines; y los dos hijos de ElÃ, Ophni y Phinees, estaban allà con el arca del pacto de Dios.
I Samuel 4:5: Y aconteció que, como el arca del pacto de Jehová vino al campo, todo Israel dió grita con tan grande júbilo, que la tierra tembló.
I Samuel 4:6: Y cuando los Filisteos oyeron la voz de júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es ésta en el campo de los Hebreos? Y supieron que el arca de Jehová habÃa venido al campo.
I Samuel 4:7: Y los Filisteos tuvieron miedo, porque decÃan: Ha venido Dios al campo. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fué asÃ.
I Samuel 4:8: ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de las manos de estos dioses fuertes? Ãstos son los dioses que hirieron á Egipto con toda plaga en el desierto.
I Samuel 4:9: Esforzaos, oh Filisteos, y sed hombres, porque no sirváis á los Hebreos, como ellos os han servido á vosotros: sed hombres, y pelead.
I Samuel 4:10: Pelearon pues los Filisteos, é Israel fué vencido, y huyeron cada cual á sus tiendas; y fué hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de á pie.
I Samuel 4:11: Y el arca de Dios fué tomada, y muertos los dos hijos de ElÃ, Ophni y Phinees.
I Samuel 4:12: Y corriendo de la batalla un hombre de BenjamÃn, vino aquel dÃa á Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza:
I Samuel 4:13: Y cuando llegó, he aquà Elà que estaba sentado en una silla atalayando junto al camino; porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Llegado pues aquel hombre á la ciudad, y dadas las nuevas, toda la ciudad gritó.
I Samuel 4:14: Y como Elà oyó el estruendo de la griterÃa, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es éste? Y aquel hombre vino apriesa, y dió las nuevas á ElÃ.
I Samuel 4:15: Era ya Elà de edad de noventa y ocho años, y sus ojos se habÃan entenebrecido, de modo que no podÃa ver.
I Samuel 4:16: Dijo pues aquel hombre á ElÃ: Yo vengo de la batalla, yo he escapado hoy del combate. Y él dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mÃo?
I Samuel 4:17: Y el mensajero respondió, y dijo: Israel huyó delante de los Filisteos, y también fué hecha gran mortandad en el pueblo; y también tus dos hijos, Ophni y Phinees, son muertos, y el arca de Dios fué tomada.
I Samuel 4:18: Y aconteció que como él hizo mención del arca de Dios, Elà cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y quebrósele la cerviz, y murió: porque era hombre viejo y pesado. Y habÃa juzgado á Israel cuarenta años.
I Samuel 4:19: Y su nuera, la mujer de Phinees, que estaba preñada, cercana al parto, oyendo el rumor que el arca de Dios era tomada, y muertos su suegro y su marido, encorvóse y parió; porque sus dolores se habÃan ya derramado por ella.
I Samuel 4:20: Y al tiempo que se morÃa, decÃanle las que estaban junto á ella: No tengas temor, porque has parido un hijo. Mas ella no respondió, ni paró mientes.
I Samuel 4:21: Y llamó al niño Ichâbod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por el arca de Dios que fué tomada, y porque era muerto su suegro, y su marido.
I Samuel 4:22: Dijo pues: Traspasada es la gloria de Israel: porque el arca de Dios fué tomada.
I Samuel 5:1: Y LOS Filisteos, tomada el arca de Dios, trajéronla desde Eben-ezer á Asdod.
I Samuel 5:2: Y tomaron los Filisteos el arca de Dios, y metiéronla en la casa de Dagón, y pusiéronla junto á Dagón.
I Samuel 5:3: Y el siguiente dÃa los de Asdod se levantaron de mañana, y he aquà Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová: y tomaron á Dagón, y volviéronlo á su lugar.
I Samuel 5:4: Y tornándose á levantar de mañana el siguiente dÃa, he aquà que Dagón habÃa caÃdo postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón, y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado á Dagón el tronco solamente.
I Samuel 5:5: Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy.
I Samuel 5:6: Empero agravóse la mano de Jehová sobre los de Asdod, y destruyólos, é hiriólos con hemorroides en Asdod y en todos sus términos.
I Samuel 5:7: Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón.
I Samuel 5:8: Enviaron pues á juntar á sà todos los prÃncipes de los Filisteos, y dijeron: ¿Qué haremos del arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Pásese el arca del Dios de Israel á Gath. Y pasaron allá el arca del Dios de Israel.
I Samuel 5:9: Y aconteció que como la hubieron pasado, la mano de Jehová fué contra la ciudad con grande quebrantamiento; é hirió los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que se llenaron de hemorroides.
I Samuel 5:10: Entonces enviaron el arca de Dios á Ecrón. Y como el arca de Dios vino á Ecrón, los Ecronitas dieron voces diciendo: Han pasado á mà el arca del Dios de Israel por matarme á mà y á mi pueblo.
I Samuel 5:11: Y enviaron á juntar todos los prÃncipes de los Filisteos, diciendo: Despachad el arca del Dios de Israel, y tórnese á su lugar, y no mate á mà ni á mi pueblo: porque habÃa quebrantamiento de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se habÃa allà agravado.
I Samuel 5:12: Y los que no morÃan, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subÃa al cielo.
(SpaRV)
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