Lección: El Reino de la Paz<br>
Lectura: David rechaza la venganza 2021-03-08<br>
Reference: 1 Samuel 26:5-12; (RVR1909)<br>
<br>1 Samuel 26:5-12<br><p class="p"><br><span data-number="5" data-sid="1SA 26:5" class="v">5</span> Y levantóse David, y vino al sitio donde Saúl había asentado el campo; y miró David el lugar donde dormía Saúl, y Abner hijo de Ner, general de su ejército. Y estaba Saúl durmiendo en la trinchera, y el pueblo por el campo en derredor de él.</p><p class="p"><br><span data-number="6" data-sid="1SA 26:6" class="v">6</span> Entonces habló David, y requirió á Ahimelech Hetheo, y á Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo á Saúl al campo? Y dijo Abisai: Yo descenderé contigo.</p><p class="p"><br><span data-number="7" data-sid="1SA 26:7" class="v">7</span> David pues y Abisai vinieron al pueblo de noche: y he aquí Saúl que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza hincada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban alrededor de él tendidos.</p><p class="p"><br><span data-number="8" data-sid="1SA 26:8" class="v">8</span> Entonces dijo Abisai á David: Hoy ha Dios entregado á tu enemigo en tus manos: ahora pues, herirélo luego con la lanza, <span class="it">cosiéndole</span> con la tierra de un golpe, y no segundaré.</p><p class="p"><br><span data-number="9" data-sid="1SA 26:9" class="v">9</span> Y David respondió á Abisai: No le mates: porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?</p><p class="p"><br><span data-number="10" data-sid="1SA 26:10" class="v">10</span> Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,</p><p class="p"><br><span data-number="11" data-sid="1SA 26:11" class="v">11</span> Guardeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová; empero toma ahora la lanza que está á su cabecera, y la botija del agua, y vámonos.</p><p class="p"><br><span data-number="12" data-sid="1SA 26:12" class="v">12</span> Llevóse pues David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y fuéronse; que no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían: porque un profundo sueño <span class="it">enviado</span> de Jehová había caído sobre ellos.</p>
Reina-Valera 1909 - Dominio público.
Fue realizada por Sociedades Bíblicas Unidas y publicada por primera vez en 1909.
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