[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: Ezekiel 1-6 Day: 167

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Bible in 52 Weeks:  
Ezekiel 1:1: Y FU� que � los treinta a�os, en el mes cuarto, � cinco del mes, estando yo en medio de los trasportados junto al r�o de Chebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.
Ezekiel 1:2: � los cinco del mes, que fu� en el quinto a�o de la transmigraci�n del rey Joach�n,
Ezekiel 1:3: Fu� palabra de Jehov� � Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos, junto al r�o de Chebar; fu� all� sobre �l la mano de Jehov�.  
Ezekiel 1:4:   Y mir�, y he aqu� un viento tempestuoso ven�a del aquil�n, una gran nube, con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor, y en medio del fuego una cosa que parec�a como de �mbar,
Ezekiel 1:5: Y en medio de ella, figura de cuatro animales. Y �ste era su parecer; hab�a en ellos semejanza de hombre.
Ezekiel 1:6: Y cada uno ten�a cuatro rostros, y cuatro alas.
Ezekiel 1:7: Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban � manera de bronce muy bru�ido.
Ezekiel 1:8: Y debajo de sus alas, � sus cuatro lados, ten�an manos de hombre; y sus rostros y sus alas por los cuatro lados.
Ezekiel 1:9: Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volv�an cuando andaban; cada uno caminaba en derecho de su rostro.
Ezekiel 1:10: Y la figura de sus rostros era rostro de hombre; y rostro de le�n � la parte derecha en los cuatro; y � la izquierda rostro de buey en los cuatro; asimismo hab�a en los cuatro rostro de �guila.
Ezekiel 1:11: Tales eran sus rostros; y ten�an sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubr�an sus cuerpos.
Ezekiel 1:12: Y cada uno caminaba en derecho de su rostro: hacia donde el esp�ritu era que anduviesen, andaban; cuando andaban, no se volv�an.
Ezekiel 1:13: Cuanto � la semejanza de los animales, su parecer era como de carbones de fuego encendidos, como parecer de hachones encendidos: discurr�a entre los animales; y el fuego resplandec�a, y del fuego sal�an rel�mpagos.
Ezekiel 1:14: Y los animales corr�an y tornaban � semejanza de rel�mpagos.  
Ezekiel 1:15:   Y estando yo mirando los animales, he aqu� una rueda en la tierra junto � los animales, � sus cuatro caras.
Ezekiel 1:16: Y el parecer de las ruedas y su obra semej�base al color del topacio. Y las cuatro ten�an una misma semejanza: su apariencia y su obra como rueda en medio de rueda.
Ezekiel 1:17: Cuando andaban, se mov�an sobre sus cuatro costados: no se volv�an cuando andaban.
Ezekiel 1:18: Y sus cercos eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro.
Ezekiel 1:19: Y cuando los animales andaban, las ruedas andaban junto � ellos: y cuando los animales se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.
Ezekiel 1:20: Hacia donde el esp�ritu era que anduviesen, andaban; hacia donde era el esp�ritu que anduviesen, las ruedas tambi�n se levantaban tras ellos; porque el esp�ritu de los animales estaba en las ruedas.
Ezekiel 1:21: Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el esp�ritu de los animales estaba en las ruedas.
Ezekiel 1:22: Y sobre las cabezas de cada animal aparec�a expansi�n � manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas.
Ezekiel 1:23: Y debajo de la expansi�n estaban las alas de ellos derechas la una � la otra; � cada uno dos, y otras dos con que se cubr�an sus cuerpos.
Ezekiel 1:24: Y o� el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ej�rcito. Cuando se paraban, aflojaban sus alas.
Ezekiel 1:25: Y cuando se paraban y aflojaban sus alas, o�ase voz de arriba de la expansi�n que hab�a sobre sus cabezas.  
Ezekiel 1:26:   Y sobre la expansi�n que hab�a sobre sus cabezas, ve�ase la figura de un trono y que parec�a de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono hab�a una semejanza que parec�a de hombre sentado sobre �l.
Ezekiel 1:27: Y vi apariencia como de �mbar, como apariencia de fuego dentro de ella en contorno, por el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parec�a como fuego, y que ten�a resplandor alrededor.
Ezekiel 1:28: Cual parece el arco del cielo que est� en las nubes el d�a que llueve, as� era el parecer del resplandor alrededor. Esta fu� la visi�n de la semejanza de la gloria de Jehov�. Y luego que yo la hube visto, ca� sobre mi rostro, y o� voz de uno que hablaba.   
Ezekiel 2:1: Y D�JOME: Hijo del hombre, est� sobre tus pies, y hablar� contigo.
Ezekiel 2:2: Y entr� esp�ritu en m� luego que me habl�, y afirm�me sobre mis pies, y o�a al que me hablaba.
Ezekiel 2:3: Y d�jome: Hijo del hombre, yo te env�o � los hijos de Israel, � gentes rebeldes que se rebelaron contra m�: ellos y sus padres se han rebelado contra m� hasta este mismo d�a.
Ezekiel 2:4: Yo pues te env�o � hijos de duro rostro y de empedernido coraz�n; y les dir�s: As� ha dicho el Se�or Jehov�.
Ezekiel 2:5: Acaso ellos escuchen; y si no escucharen, (porque son una rebelde familia,) siempre conocer�n que hubo profeta entre ellos.  
Ezekiel 2:6:   Y t�, hijo del hombre, no temas de ellos, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinas, y t� moras con escorpiones: no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.
Ezekiel 2:7: Les hablar�s pues mis palabras, escuchen � dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
Ezekiel 2:8: Mas t�, hijo del hombre, oye lo que yo te hablo; no seas t� rebelde como la casa rebelde: abre tu boca, y come lo que yo te doy.
Ezekiel 2:9: Y mir�, y he aqu� una mano me fu� enviada, y en ella hab�a un rollo de libro.
Ezekiel 2:10: Y extendi�lo delante de m�, y estaba escrito delante y detr�s: y hab�a escritas en �l endechas, y lamentaci�n, y ayes.   
Ezekiel 3:1: Y D�JOME: Hijo del hombre, come lo que hallares; come este rollo, y ve y habla � la casa de Israel.
Ezekiel 3:2: Y abr� mi boca, � h�zome comer aquel rollo.
Ezekiel 3:3: Y d�jome: Hijo del hombre, haz � tu vientre que coma, � hinche tus entra�as de este rollo que yo te doy. Y com�lo, y fu� en mi boca dulce como miel.
Ezekiel 3:4: D�jome luego: Hijo del hombre, ve y entra � la casa de Israel, y habla � ellos con mis palabras.
Ezekiel 3:5: Porque no eres enviado � pueblo de habla profunda ni de lengua dif�cil, sino � la casa de Israel.
Ezekiel 3:6: No � muchos pueblos de profunda habla ni de lengua dif�cil, cuyas palabras no entiendas; y si � ellos te enviara, ellos te oyeran.
Ezekiel 3:7: Mas la casa de Israel no te querr�n o�r, porque no me quieren o�r � m�: porque toda la casa de Israel son tiesos de frente, y duros de coraz�n.
Ezekiel 3:8: He aqu� he hecho yo tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra su frente.
Ezekiel 3:9: Como diamante, m�s fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque es casa rebelde.
Ezekiel 3:10: Y d�jome: Hijo del hombre, toma en tu coraz�n todas mis palabras que yo te hablar�, y oye con tus o�dos.
Ezekiel 3:11: Y ve, y entra � los trasportados, � los hijos de tu pueblo, y les hablar�s y les dir�s: As� ha dicho el Se�or Jehov�; escuchen, � dejen de escuchar.
Ezekiel 3:12: Y levant�me el esp�ritu, y o� detr�s de m� una voz de grande estruendo, que dec�a: Bendita sea la gloria de Jehov� desde su lugar.
Ezekiel 3:13: O� tambi�n el sonido de las alas de los animales que se juntaban la una con la otra, y el sonido de las ruedas delante de ellos, y sonido de grande estruendo.
Ezekiel 3:14: Levant�me pues el esp�ritu, y me tom�; y fu� en amargura, en la indignaci�n de mi esp�ritu: mas la mano de Jehov� era fuerte sobre m�.
Ezekiel 3:15: Y vine � los trasportados en Telabib, que moraban junto al r�o de Chebar, y asent� donde ellos estaban asentados, y all� permanec� siete d�as at�nito entre ellos.  
Ezekiel 3:16:   Y aconteci� que al cabo de los siete d�as fu� � m� palabra de Jehov�, diciendo:
Ezekiel 3:17: Hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya � la casa de Israel: oir�s pues t� la palabra de mi boca, y amonestarlos has de mi parte.
Ezekiel 3:18: Cuando yo dijere al imp�o: De cierto morir�s: y t� no le amonestares, ni le hablares, para que el imp�o sea apercibido de su mal camino, � fin de que viva, el imp�o morir� por su maldad, mas su sangre demandar� de tu mano.
Ezekiel 3:19: Y si t� amonestares al imp�o, y �l no se convirtiere de su impiedad, y de su mal camino, �l morir� por su maldad, y t� habr�s librado tu alma.
Ezekiel 3:20: Y cuando el justo se apartare de su justicia, � hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de �l, �l morir�, porque t� no le amonestaste; en su pecado morir�, y sus justicias que hab�a hecho no vendr�n en memoria; mas su sangre demandar� de tu mano.
Ezekiel 3:21: Y si al justo amonestares para que el justo no peque, y no pecare, de cierto vivir�, porque fu� amonestado; y t� habr�s librado tu alma.  
Ezekiel 3:22:   Y fu� all� la mano de Jehov� sobre m�, y d�jome: Lev�ntate, y sal al campo, y all� hablar� contigo.
Ezekiel 3:23: Y levant�me, y sal� al campo: y he aqu� que all� estaba la gloria de Jehov�, como la gloria que hab�a visto junto al r�o de Chebar: y ca� sobre mi rostro.
Ezekiel 3:24: Entonces entr� esp�ritu en m�, y afirm�me sobre mis pies, y habl�me, y d�jome: Entra, y enci�rrate dentro de tu casa.
Ezekiel 3:25: Y t�, oh hijo del hombre, he aqu� que pondr�n sobre ti cuerdas, y con ellas te ligar�n, y no saldr�s entre ellos.
Ezekiel 3:26: Y har� se pegue tu lengua � tu paladar, y estar�s mudo, y no ser�s � ellos var�n que reprende: porque son casa rebelde.
Ezekiel 3:27: Mas cuando yo te hubiere hablado, abrir� tu boca, y les dir�s: As� ha dicho el Se�or Jehov�: El que oye, oiga; y el que cesa, cese: porque casa rebelde son.   
Ezekiel 4:1: Y T�, hijo del hombre, t�mate un adobe, y ponlo delante de ti, y dise�a sobre �l la ciudad de Jerusalem:
Ezekiel 4:2: Y pondr�s contra ella cerco, y edificar�s contra ella fortaleza, y sacar�s contra ella baluarte, y asentar�s delante de ella campo, y pondr�s contra ella arietes alrededor.
Ezekiel 4:3: T�mate tambi�n una plancha de hierro, y ponla en lugar de muro de hierro entre ti y la ciudad: afirmar�s luego tu rostro contra ella, y ser� en lugar de cerco, y la sitiar�s. Es se�al � la casa de Israel.
Ezekiel 4:4: Y t� dormir�s sobre tu lado izquierdo, y pondr�s sobre �l la maldad de la casa de Israel: el n�mero de los d�as que dormir�s sobre �l, llevar�s sobre ti la maldad de ellos.
Ezekiel 4:5: Yo te he dado los a�os de su maldad por el n�mero de los d�as, trescientos y noventa d�as: y llevar�s la maldad de la casa de Israel.
Ezekiel 4:6: Y cumplidos �stos, dormir�s sobre tu lado derecho segunda vez, y llevar�s la maldad de la casa de Jud� cuarenta d�as: d�a por a�o, d�a por a�o te lo he dado.
Ezekiel 4:7: Y al cerco de Jerusalem afirmar�s tu rostro, y descubierto tu brazo, profetizar�s contra ella.
Ezekiel 4:8: Y he aqu� he puesto sobre ti cuerdas, y no te tornar�s del un tu lado al otro lado, hasta que hayas cumplido los d�as de tu cerco.  
Ezekiel 4:9:   Y t� toma para ti trigo, y cebada, y habas, y lentejas, y mijo, y avena, y ponlo en una vasija, y hazte pan de ello el n�mero de los d�as que durmieres sobre tu lado: trescientos y noventa d�as comer�s de �l.
Ezekiel 4:10: Y la comida que has de comer ser� por peso de veinte siclos al d�a: de tiempo � tiempo lo comer�s.
Ezekiel 4:11: Y beber�s el agua por medida, la sexta parte de un hin: de tiempo � tiempo beber�s.
Ezekiel 4:12: Y comer�s pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocer�s � vista de ellos con los esti�rcoles que salen del hombre.
Ezekiel 4:13: Y dijo Jehov�: As� comer�n los hijos de Israel su pan inmundo, entre las gentes � donde los lanzar� yo.
Ezekiel 4:14: Y dije: �Ah Se�or Jehov�! he aqu� que mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi mocedad hasta este tiempo com� cosa mortecina ni despedazada, ni nunca en mi boca entr� carne inmunda.
Ezekiel 4:15: Y respondi�me: He aqu� te doy esti�rcoles de bueyes en lugar de los esti�rcoles de hombre, y dispondr�s tu pan con ellos.
Ezekiel 4:16: D�jome luego: Hijo del hombre, he aqu� quebrantar� el sost�n del pan en Jerusalem, y comer�n el pan por peso, y con angustia; y beber�n el agua por medida, y con espanto.
Ezekiel 4:17: Porque les faltar� el pan y el agua, y se espantar�n los unos con los otros, y se consumir�n por su maldad.   
Ezekiel 5:1: Y T�, hijo del hombre, t�mate un cuchillo agudo, una navaja de barbero toma, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba: t�mate despu�s un peso de balanza, y reparte los pelos.
Ezekiel 5:2: Una tercera parte quemar�s con fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplieren los d�as del cerco, y tomar�s una tercera parte, y herir�s con cuchillo alrededor de ella; y una tercera parte esparcir�s al viento, y yo desenvainar� espada en pos de ellos.
Ezekiel 5:3: Tomar�s tambi�n de all� unos pocos por cuenta, y los atar�s en el canto de tu ropa.
Ezekiel 5:4: Y tomar�s otra vez de ellos, y los echar�s en mitad del fuego, y en el fuego los quemar�s: de all� saldr� el fuego en toda la casa de Israel.  
Ezekiel 5:5:   As� ha dicho el Se�or Jehov�: �sta es Jerusalem: p�sela en medio de las gentes y de las tierras alrededor de ella.
Ezekiel 5:6: Y ella mud� mis juicios y mis ordenanzas en impiedad m�s que las gentes, y m�s que las tierras que est�n alrededor de ella; porque desecharon mis juicios y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos.
Ezekiel 5:7: Por tanto, as� ha dicho Jehov�: �Por haberos multiplicado m�s que � las gentes que est�n alrededor de vosotros, no hab�is andado en mis mandamientos, ni hab�is guardado mis leyes? Ni aun seg�n las leyes de las gentes que est�n alrededor de vosotros hab�is hecho.
Ezekiel 5:8: As� pues ha dicho el Se�or Jehov�: He aqu� yo contra ti; si, yo, y har� juicios en medio de ti � los ojos de las naciones.
Ezekiel 5:9: Y har� en ti lo que nunca hice, ni jam�s har� cosa semejante, � causa de todas tus abominaciones.
Ezekiel 5:10: Por eso los padres comer�n � los hijos en medio de ti, y los hijos comer�n � sus padres; y har� en ti juicios, y esparcir� � todos vientos todo tu residuo.
Ezekiel 5:11: Por tanto, vivo yo, dice el Se�or Jehov�, ciertamente por haber violado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantar� yo tambi�n: mi ojo no perdonar�, ni tampoco tendr� yo misericordia.
Ezekiel 5:12: Una tercera parte de ti morir� de pestilencia, y de hambre ser� consumida en medio de ti; y una tercera parte caer� � cuchillo alrededor de ti; y una tercera parte esparcir� � todos los vientos, y tras ellos desenvainar� espada.
Ezekiel 5:13: Y cumplir�se mi furor, y har� que repose en ellos mi enojo, y tomar� satisfacci�n: y sabr�n que yo Jehov� he hablado en mi celo, cuando habr� cumplido en ellos mi enojo.
Ezekiel 5:14: Y te tornar� en desierto y en oprobio entre las gentes que est�n alrededor de ti, � los ojos de todo transeunte.
Ezekiel 5:15: Y ser�s oprobio, y escarnio, y escarmiento, y espanto � las gentes que est�n alrededor de ti, cuando yo hiciere en ti juicios en furor � indignaci�n, y en reprensiones de ira. Yo Jehov� he hablado.
Ezekiel 5:16: Cuando arrojare yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que ser�n para destrucci�n, las cuales enviar� para destruiros, entonces aumentar� el hambre sobre vosotros, y quebrantar� entre vosotros el arrimo del pan.
Ezekiel 5:17: Enviar� pues sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan; y pestilencia y sangre pasar�n por ti; y meter� sobre ti cuchillo. Yo Jehov� he hablado.   
Ezekiel 6:1: Y FU� � m� palabra de Jehov�, diciendo:
Ezekiel 6:2: Hijo del hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos.
Ezekiel 6:3: Y dir�s: Montes de Israel, o�d palabra del Se�or Jehov�: As� ha dicho el Se�or Jehov� � los montes y dicho el Se�or Jehov� � los montes y � los collados, � los arroyos y � los valles: He aqu� que yo, yo har� venir sobre vosotros cuchillo, y destruir� vuestros altos.
Ezekiel 6:4: Y vuestros altares ser�n asolados, y vuestras im�genes del sol ser�n quebradas: y har� que caigan vuestros muertos delante de vuestros �dolos.
Ezekiel 6:5: Y pondr� los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus �dolos; y vuestros huesos esparcir� en derredor de vuestros altares.
Ezekiel 6:6: En todas vuestras habitaciones las ciudades ser�n desiertas, y los altos ser�n asolados, para que sean asolados y se hagan desiertos vuestros altares; y quebrados ser�n vuestros �dolos, y cesar�n; y vuestras im�genes del sol ser�n destru�das, y vuestras obras ser�n desechas.
Ezekiel 6:7: Y los muertos caer�n en medio de vosotros; y sabr�is que soy Jehov�.  
Ezekiel 6:8:   Mas dejar� que haya de vosotros quien escape del cuchillo entre las gentes, cuando fuereis esparcidos por las tierras.
Ezekiel 6:9: Y los que de vosotros escaparen, se acordar�n de m� entre las gentes entre las cuales ser�n cautivos: porque yo me quebrant� � causa de su coraz�n fornicario, que se apart� de m�, y � causa de sus ojos, que fornicaron tras sus �dolos: y se avergonzar�n de s� mismos, � causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones.
Ezekiel 6:10: Y sabr�n que yo soy Jehov�: no en vano dije que les hab�a de hacer este mal.  
Ezekiel 6:11:   As� ha dicho el Se�or Jehov�: Hiere con tu mano, y huella con tu pie, y di: �Ay de los males de la casa de Israel por todas las abominaciones! porque con cuchillo, y con hambre, y con pestilencia caer�n.
Ezekiel 6:12: El que estuviere lejos, morir� de pestilencia; y el que estuviere cerca caer� � cuchillo; y el que quedare, y fuere cercado, morir� de hambre: as� cumplir� en ellos mi enojo.
Ezekiel 6:13: Y sabr�is que yo soy Jehov�, cuando sus muertos estar�n en medio de sus �dolos, en derredor de sus altares, en todo collado alto, y en todas las cumbres de los montes, y debajo de todo �rbol sombr�o, y debajo de toda encina espesa, lugares donde dieron olor suave � todos sus �dolos.
Ezekiel 6:14: Y extender� mi mano sobre ellos, y tornar� la tierra asolada y desierta, m�s que el desierto hacia Diblath, en todas sus habitaciones: y conocer�n que yo soy Jehov�.   
(SpaRV)


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