[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: Matthew 8-10 Day: 28

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Bible in 52 Weeks:  
Matthew 8:1: Y COMO descendi� del monte, le segu�an muchas gentes.
Matthew 8:2: Y he aqu� un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Se�or, si quisieres, puedes limpiarme.
Matthew 8:3: Y extendiendo Jes�s su mano, le toc�, diciendo: Quiero; s� limpio. Y luego su lepra fu� limpiada.
Matthew 8:4: Entonces Jes�s le dijo: Mira, no lo digas � nadie; mas ve, mu�strate al sacerdote, y ofrece el presente que mand� Mois�s, para testimonio � ellos.  
Matthew 8:5:   Y entrando Jes�s en Capernaum, vino � �l un centuri�n, rog�ndole,
Matthew 8:6: Y diciendo: Se�or, mi mozo yace en casa paral�tico, gravemente atormentado.
Matthew 8:7: Y Jes�s le dijo: Yo ir� y le sanar�.
Matthew 8:8: Y respondi� el centuri�n, y dijo: Se�or, no soy digno de que entres debajo de mi techado; mas solamente di la palabra, y mi mozo sanar�.
Matthew 8:9: Porque tambi�n yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de m� soldados: y digo � �ste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y � mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Matthew 8:10: Y oyendo Jes�s, se maravill�, y dijo � los que le segu�an: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tanta.
Matthew 8:11: Y os digo que vendr�n muchos del oriente y del occidente, y se sentar�n con Abraham, � Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos:
Matthew 8:12: Mas los hijos del reino ser�n echados � las tinieblas de afuera: all� ser� el lloro y el crujir de dientes.
Matthew 8:13: Entonces Jes�s dijo al centuri�n: Ve, y como cre�ste te sea hecho. Y su mozo fu� sano en el mismo momento.  
Matthew 8:14:   Y vino Jes�s � casa de Pedro, y vi� � su suegra echada en cama, y con fiebre.
Matthew 8:15: Y toc� su mano, y la fiebre la dej�: y ella se levant�, y les serv�a.
Matthew 8:16: Y como fu� ya tarde, trajeron � �l muchos endemoniados: y ech� los demonios con la palabra, y san� � todos los enfermos;
Matthew 8:17: Para que se cumpliese lo que fu� dicho por el profeta Isa�as, que dijo: �l mismo tom� nuestras enfermedades, y llev� nuestras dolencias.  
Matthew 8:18:   Y viendo Jes�s muchas gentes alrededor de s�, mand� pasar � la otra parte del lago.
Matthew 8:19: Y lleg�ndose un escriba, le dijo: Maestro, te seguir� � donde quiera que fueres.
Matthew 8:20: Y Jes�s le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.
Matthew 8:21: Y otro de sus disc�pulos le dijo: Se�or, dame licencia para que vaya primero, y entierre � mi padre.
Matthew 8:22: Y Jes�s le dijo: S�gueme; deja que los muertos entierren � sus muertos.  
Matthew 8:23:   Y entrando �l en el barco, sus disc�pulos le siguieron.
Matthew 8:24: Y he aqu�, fu� hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubr�a de las ondas; mas �l dorm�a.
Matthew 8:25: Y lleg�ndose sus disc�pulos, le despertaron, diciendo: Se�or, s�lvanos, que perecemos.
Matthew 8:26: Y �l les dice: �Por qu� tem�is, hombres de poca fe? Entonces, levant�ndose, reprendi� � los vientos y � la mar; y fu� grande bonanza.
Matthew 8:27: Y los hombres se maravillaron, diciendo: �Qu� hombre es �ste, que aun los vientos y la mar le obedecen?  
Matthew 8:28:   Y como �l hubo llegado en la otra ribera al pa�s de los Gergesenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que sal�an de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie pod�a pasar por aquel camino.
Matthew 8:29: Y he aqu� clamaron, diciendo: �Qu� tenemos contigo, Jes�s, Hijo de Dios? �has venido ac� � molestarnos antes de tiempo?
Matthew 8:30: Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo.
Matthew 8:31: Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, perm�tenos ir � aquel hato de puercos.
Matthew 8:32: Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron � aquel hato de puercos: y he aqu�, todo el hato de los puercos se precipit� de un despe�adero en la mar, y murieron en las aguas.
Matthew 8:33: Y los porqueros huyeron, y viniendo � la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que hab�a pasado con los endemoniados.
Matthew 8:34: Y he aqu�, toda la ciudad sali� � encontrar � Jes�s: Y cuando le vieron, le rogaban que saliese de sus t�rminos.   
Matthew 9:1: ENTONCES entrando en el barco, pas� � la otra parte, y vino � su ciudad.
Matthew 9:2: Y he aqu� le trajeron un paral�tico, echado en una cama: y viendo Jes�s la fe de ellos, dijo al paral�tico: Conf�a, hijo; tus pecados te son perdonados.
Matthew 9:3: Y he aqu�, algunos de los escribas dec�an dentro de s�: �ste blasfema.
Matthew 9:4: Y viendo Jes�s sus pensamientos, dijo: �Por qu� pens�is mal en vuestros corazones?
Matthew 9:5: Porque, �qu� es m�s f�cil, decir: Los pecados te son perdonados; � decir: Lev�ntate, y anda?
Matthew 9:6: Pues para que sep�is que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paral�tico): Lev�ntate, toma tu cama, y vete � tu casa.
Matthew 9:7: Entonces �l se levant� y se fu� � su casa.
Matthew 9:8: Y las gentes, vi�ndolo, se maravillaron, y glorificaron � Dios, que hab�a dado tal potestad � los hombres.  
Matthew 9:9:   Y pasando Jes�s de all�, vi� � un hombre que estaba sentado al banco de los p�blicos tributos, el cual se llamaba Mateo; y d�cele: S�gueme. Y se levant�, y le sigui�.
Matthew 9:10: Y aconteci� que estando �l sentado � la mesa en casa, he aqu� que muchos publicanos y pecadores, que hab�an venido, se sentaron juntamente � la mesa con Jes�s y sus disc�pulos.
Matthew 9:11: Y viendo esto los Fariseos, dijeron � sus disc�pulos: �Por qu� come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Matthew 9:12: Y oy�ndolo Jes�s, le dijo: Los que est�n sanos no tienen necesidad de m�dico, sino los enfermos.
Matthew 9:13: Andad pues, y aprended qu� cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido � llamar justos, sino pecadores � arrepentimiento.  
Matthew 9:14:   Entonces los disc�pulos de Juan vienen � �l, diciendo: �Por qu� nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus disc�pulos no ayunan?
Matthew 9:15: Y Jes�s les dijo: �Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que el esposo est� con ellos? mas vendr�n d�as cuando el esposo ser� quitado de ellos, y entonces ayunar�n.
Matthew 9:16: Y nadie echa remiendo de pa�o recio en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Matthew 9:17: Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros; mas echan el vino nuevo en cueros nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente.  
Matthew 9:18:   Hablando �l estas cosas � ellos, he aqu� vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivir�.
Matthew 9:19: Y se levant� Jes�s, y le sigui�, y sus disc�pulos.
Matthew 9:20: Y he aqu� una mujer enferma de flujo de sangre doce a�os hab�a, lleg�ndose por detr�s, toc� la franja de su vestido:
Matthew 9:21: Porque dec�a entre s�: Si tocare solamente su vestido, ser� salva.
Matthew 9:22: Mas Jes�s volvi�ndose, y mir�ndola, dijo: Conf�a, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fu� salva desde aquella hora.
Matthew 9:23: Y llegado Jes�s � casa del principal, viendo los ta�edores de flautas, y la gente que hac�a bullicio,
Matthew 9:24: D�celes: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de �l.
Matthew 9:25: Y como la gente fu� echada fuera, entr�, y tom�la de la mano, y se levant� la muchacha.
Matthew 9:26: Y sali� esta fama por toda aquella tierra.  
Matthew 9:27:   Y pasando Jes�s de all�, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.
Matthew 9:28: Y llegado � la casa, vinieron � �l los ciegos; y Jes�s les dice: �Cre�is que puedo hacer esto? Ellos dicen: S�, Se�or.
Matthew 9:29: Entonces toc� los ojos de ellos, diciendo: Conforme � vuestra fe os sea hecho.
Matthew 9:30: Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jes�s les encarg� rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
Matthew 9:31: Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
Matthew 9:32: Y saliendo ellos, he aqu�, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
Matthew 9:33: Y echado fuera el demonio, el mudo habl�; y las gentes se maravillaron, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.
Matthew 9:34: Mas los Fariseos dec�an: Por el pr�ncipe de los demonios echa fuera los demonios.  
Matthew 9:35:   Y rodeaba Jes�s por todas las ciudades y aldeas, ense�ando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
Matthew 9:36: Y viendo las gentes, tuvo compasi�n de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.
Matthew 9:37: Entonces dice � sus disc�pulos: � la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Matthew 9:38: Rogad, pues, al Se�or de la mies, que env�e obreros � su mies.   
Matthew 10:1: ENTONCES llamando � sus doce disc�pulos, les di� potestad contra los esp�ritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
Matthew 10:2: Y los nombres de los doce ap�stoles son �stos: el primero, Sim�n, que es dicho Pedro, y Andr�s su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
Matthew 10:3: Felipe, y Bartolom�; Tom�s, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;
Matthew 10:4: Sim�n el Cananita y Judas Iscariote, que tambi�n le entreg�.  
Matthew 10:5:   � estos doce envi� Jes�s, � los cuales di� mandamiento, diciendo: Por el camino de los Gentiles no ir�is, y en ciudad de Samaritanos no entr�is;
Matthew 10:6: Mas id antes � las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Matthew 10:7: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
Matthew 10:8: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.
Matthew 10:9: No aprest�is oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;
Matthew 10:10: Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bord�n; porque el obrero digno es de su alimento.
Matthew 10:11: Mas en cualquier ciudad, � aldea donde entrareis, investigad qui�n sea en ella digno, y reposad all� hasta que salg�is.
Matthew 10:12: Y entrando en la casa, saludadla.
Matthew 10:13: Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendr� sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volver� � vosotros.
Matthew 10:14: Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa � ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Matthew 10:15: De cierto os digo, que el castigo ser� m�s tolerable � la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el d�a del juicio, que � aquella ciudad.  
Matthew 10:16:   He aqu�, yo os env�o como � ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Matthew 10:17: Y guardaos de los hombres: porque os entregar�n en concilios, y en sus sinagogas os azotar�n;
Matthew 10:18: Y aun � pr�ncipes y � reyes ser�is llevados por causa de m�, por testimonio � ellos y � los Gentiles.
Matthew 10:19: Mas cuando os entregaren, no os apur�is por c�mo � qu� hablar�is; porque en aquella hora os ser� dado qu� hab�is de hablar.
Matthew 10:20: Porque no sois vosotros los que habl�is, sino el Esp�ritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
Matthew 10:21: Y el hermano entregar� al hermano � la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantar�n contra los padres, y los har�n morir.
Matthew 10:22: Y ser�is aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que soportare hasta el fin, �ste ser� salvo.
Matthew 10:23: Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid � la otra: porque de cierto os digo, que no acabar�is de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre.
Matthew 10:24: El disc�pulo no es m�s que su maestro, ni el siervo m�s que su se�or.
Matthew 10:25: B�stale al disc�pulo ser como su maestro, y al siervo como su se�or. Si al padre de la familia llamaron Beelzebub, �cu�nto m�s � los de su casa?
Matthew 10:26: As� que, no los tem�is; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
Matthew 10:27: Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que o�s al o�do predicadlo desde los terrados.
Matthew 10:28: Y no tem�is � los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes � aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Matthew 10:29: �No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae � tierra sin vuestro Padre.
Matthew 10:30: Pues aun vuestros cabellos est�n todos contados.
Matthew 10:31: As� que, no tem�is: m�s val�is vosotros que muchos pajarillos.
Matthew 10:32: Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesar� yo tambi�n delante de mi Padre que est� en los cielos.
Matthew 10:33: Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negar� yo tambi�n delante de mi Padre que est� en los cielos.
Matthew 10:34: No pens�is que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.
Matthew 10:35: Porque he venido para hacer disensi�n del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.
Matthew 10:36: Y los enemigos del hombre ser�n los de su casa.
Matthew 10:37: El que ama padre � madre m�s que � m�, no es digno de m�; y el que ama hijo � hija m�s que � m�, no es digno de m�.
Matthew 10:38: Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de m�, no es digno de m�.
Matthew 10:39: El que hallare su vida, la perder�; y el que perdiere su vida por causa de m�, la hallar�.
Matthew 10:40: El que os recibe � vosotros, � m� recibe; y el que � m� recibe, recibe al que me envi�.
Matthew 10:41: El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibir�; y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibir�.
Matthew 10:42: Y cualquiera que diere � uno de estos peque�itos un vaso de agua fr�a solamente, en nombre de disc�pulo, de cierto os digo, que no perder� su recompensa.   
(SpaRV)


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