[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: John 10-12 Day: 245
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Wed Sep 3 00:00:10 MDT 2014
Bible in 52 Weeks:
John 10:1: DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador.
John 10:2: Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
John 10:3: à éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca.
John 10:4: Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
John 10:5: Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños.
John 10:6: Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos no entendieron qué era lo que les decÃa.
John 10:7: Volvióles, pues, Jesús á decir: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
John 10:8: Todos los que antes de mà vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas.
John 10:9: Yo soy la puerta: el que por mà entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
John 10:10: El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
John 10:11: Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.
John 10:12: Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas.
John 10:13: Asà que, el asalariado, huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas.
John 10:14: Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mÃas me conocen.
John 10:15: Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
John 10:16: También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
John 10:17: Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar.
John 10:18: Nadie me la quita, mas yo la pongo de mà mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibà de mi Padre.
John 10:19: Y volvió á haber disensión entre los JudÃos por estas palabras.
John 10:20: Y muchos de ellos decÃan: Demonio tiene, y está fuera de sÃ; ¿para qué le oÃs?
John 10:21: DecÃan otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?
John 10:22: Y se hacÃa la fiesta de la dedicación en Jerusalem; y era invierno;
John 10:23: Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón.
John 10:24: Y rodeáronle los JudÃos y dijéronle: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dÃnoslo abiertamente.
John 10:25: Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mÃ;
John 10:26: Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
John 10:27: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
John 10:28: Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.
John 10:29: Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
John 10:30: Yo y el Padre una cosa somos.
John 10:31: Entonces volvieron á tomar piedras los JudÃos para apedrearle.
John 10:32: Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de esas me apedreáis?
John 10:33: Respondiéronle los JudÃos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
John 10:34: Respondióles Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, Dioses sois?
John 10:35: Si dijo, dioses, á aquellos á los cuales fué hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada);
John 10:36: ¿à quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decÃs: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
John 10:37: Si no hago obras de mi Padre, no me creáis.
John 10:38: Mas si las hago, aunque á mà no creáis, creed á las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mÃ, y yo en el Padre.
John 10:39: Y procuraban otra vez prenderle; mas él se salió de sus manos;
John 10:40: Y volvióse tras el Jordán, á aquel lugar donde primero habÃa estado bautizando Juan; y estúvose allÃ.
John 10:41: Y muchos venÃan á él, y decÃan: Juan, á la verdad, ninguna señal hizo; mas todo lo que Juan dijo de éste, era verdad.
John 10:42: Y muchos creyeron allà en él.
John 11:1: ESTABA entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Bethania, la aldea de MarÃa y de Marta su hermana.
John 11:2: (Y MarÃa, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, y limpió sus pies con sus cabellos)
John 11:3: Enviaron, pues, sus hermanas á él, diciendo: Señor, he aquÃ, el que amas está enfermo.
John 11:4: Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
John 11:5: Y amaba Jesús á Marta, y á su hermana, y á Lázaro.
John 11:6: Como oyó pues que estaba enfermo, quedóse aún dos dÃas en aquel lugar donde estaba.
John 11:7: Luego, después de esto, dijo á los discÃpulos: Vamos á Judea otra vez.
John 11:8: DÃcenle los discÃpulos: RabbÃ, ahora procuraban los JudÃos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
John 11:9: Respondió Jesús: ¿No tiene el dÃa doce horas? El que anduviere de dÃa, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
John 11:10: Mas el que anduviere de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
John 11:11: Dicho esto, dÃceles después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy á despertarle del sueño.
John 11:12: Dijeron entonces sus discÃpulos: Señor, si duerme, salvo estará.
John 11:13: Mas esto decÃa Jesús de la muerte de él: y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
John 11:14: Entonces, pues, Jesús les dijo claramente: Lázaro es muerto;
John 11:15: Y huélgome por vosotros, que yo no haya estado allÃ, para que creáis: mas vamos á él.
John 11:16: Dijo entonces Tomás, el que se dice el DÃdimo, á sus condiscÃpulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
John 11:17: Vino pues Jesús, y halló que habÃa ya cuatro dÃas que estaba en el sepulcro.
John 11:18: Y Bethania estaba cerca de Jerusalem, como quince estadios;
John 11:19: Y muchos de los JudÃos habÃan venido á Marta y á MarÃa, á consolarlas de su hermano.
John 11:20: Entonces Marta, como oyó que Jesús venÃa, salió á encontrarle; mas MarÃa se estuvo en casa.
John 11:21: Y Marta dijo á Jesús: Señor, si hubieses estado aquÃ, mi hermano no fuera muerto;
John 11:22: Mas también sé ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios.
John 11:23: DÃcele Jesús: Resucitará tu hermano.
John 11:24: Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el dÃa postrero.
John 11:25: DÃcele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mÃ, aunque esté muerto, vivirá.
John 11:26: Y todo aquel que vive y cree en mÃ, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
John 11:27: DÃcele: Sà Señor; yo he creÃdo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
John 11:28: Y esto dicho, fuése, y llamó en secreto á MarÃa su hermana, diciendo: El Maestro está aquà y te llama.
John 11:29: Ella, como lo oyó, levántase prestamente y viene á él.
John 11:30: (Que aun no habÃa llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le habÃa encontrado.)
John 11:31: Entonces los JudÃos que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que MarÃa se habÃa levantado prestamente, y habÃa salido, siguiéronla, diciendo: Va al sepulcro á llorar allÃ.
John 11:32: Mas MarÃa, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse á sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquÃ, no fuera muerto mi hermano.
John 11:33: Jesús entonces, como la vió llorando, y á los JudÃos que habÃan venido juntamente con ella llorando, se conmovió en espÃritu, y turbóse,
John 11:34: Y dijo: ¿Dónde le pusisteis? DÃcenle: Señor, ven, y ve.
John 11:35: Y lloró Jesús.
John 11:36: Dijeron entonces los JudÃos: Mirad cómo le amaba.
John 11:37: Y algunos de ellos dijeron: ¿No podÃa éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?
John 11:38: Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sà mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenÃa una piedra encima.
John 11:39: Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se habÃa muerto, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro dÃas.
John 11:40: Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios?
John 11:41: Entonces quitaron la piedra de donde el muerto habÃa sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oÃdo.
John 11:42: Que yo sabÃa que siempre me oyes; mas por causa de la compañÃa que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado.
John 11:43: Y habiendo dicho estas cosas, clamó á gran voz: Lázaro, ven fuera.
John 11:44: Y el que habÃa estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. DÃceles Jesús: Desatadle, y dejadle ir.
John 11:45: Entonces muchos de los JudÃos que habÃan venido á MarÃa, y habÃan visto lo que habÃa hecho Jesús, creyeron en él.
John 11:46: Mas algunos de ellos fueron á los Fariseos, y dijéronles lo que Jesús habÃa hecho.
John 11:47: Entonces los pontÃfices y los Fariseos juntaron concilio, y decÃan: ¿Qué hacemos? porque este hombre hace muchas señales.
John 11:48: Si le dejamos asÃ, todos creerán en él: y vendrán los Romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación.
John 11:49: Y Caifás, uno de ellos, sumo pontÃfice de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;
John 11:50: Ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda.
John 11:51: Mas esto no lo dijo de sà mismo; sino que, como era el sumo pontÃfice de aquel año, profetizó que Jesús habÃa de morir por la nación:
John 11:52: Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en uno los hijos de Dios que estaban derramados.
John 11:53: Asà que, desde aquel dÃa consultaban juntos de matarle.
John 11:54: Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los JudÃos; mas fuése de allà á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se llama Ephraim: y estábase allà con sus discÃpulos
John 11:55: Y la Pascua de los JudÃos estaba cerca: y muchos subieron de aquella tierra á Jerusalem antes de la Pascua, para purificarse;
John 11:56: Y buscaban á Jesús, y hablaban los unos con los otros estando en el templo. ¿Qué os parece, que no vendrá á la fiesta?
John 11:57: Y los pontÃfices y los Fariseos habÃan dado mandamiento, que si alguno supiese dónde estuviera, lo manifestase, para que le prendiesen.
John 12:1: Y JESÃS, seis dÃas antes de la Pascua, vino á Bethania, donde estaba Lázaro, que habÃa sido muerto, al cual habÃa resucitado de los muertos.
John 12:2: à hiciéronle allà una cena y Marta servÃa, y Lázaro era uno de los que estaban sentados á la mesa juntamente con él.
John 12:3: Entonces MarÃa tomó una libra de ungüento de nardo lÃquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento.
John 12:4: Y dijo uno de sus discÃpulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le habÃa de entregar:
John 12:5: ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se dió á los pobres?
John 12:6: Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenÃa de los pobres: sino porque era ladrón, y tenÃa la bolsa, y traÃa lo que se echaba en ella.
John 12:7: Entonces Jesús dijo: Déjala; para el dÃa de mi sepultura ha guardado esto;
John 12:8: Porque á los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas á mà no siempre me tenéis.
John 12:9: Entonces mucha gente de los JudÃos entendió que él estaba allÃ; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual habÃa resucitado de los muertos.
John 12:10: Consultaron asimismo los prÃncipes de los sacerdotes, de matar también á Lázaro;
John 12:11: Porque muchos de los JudÃos iban y creÃan en Jesús por causa de él.
John 12:12: El siguiente dÃa, mucha gente que habÃa venido á la fiesta, como oyeron que Jesús venÃa á Jerusalem,
John 12:13: Tomaron ramos de palmas, y salieron á recibirle, y clamaban: ¡Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
John 12:14: Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre él, como está escrito:
John 12:15: No temas, hija de Sión: he aquà tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna.
John 12:16: Estas cosas no las entendieron sus discÃpulos de primero: empero cuando Jesús fué glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de él, y que le hicieron estas cosas.
John 12:17: Y la gente que estaba con él, daba testimonio de cuando llamó á Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
John 12:18: Por lo cual también habÃa venido la gente á recibirle, porque habÃa oÃdo que él habÃa hecho esta señal;
John 12:19: Mas los Fariseos dijeron entre sÃ: ¿Veis que nada aprovecháis? he aquÃ, el mundo se va tras de él.
John 12:20: Y habÃa ciertos Griegos de los que habÃan subido á adorar en la fiesta:
John 12:21: Ãstos pues, se llegaron á Felipe, que era de Bethsaida de Galilea, y rogáronle, diciendo: Señor, querrÃamos ver á Jesús.
John 12:22: Vino Felipe, y dÃjolo á Andrés: Andrés entonces, y Felipe, lo dicen á Jesús.
John 12:23: Entonces Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado.
John 12:24: De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
John 12:25: El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
John 12:26: Si alguno me sirve, sÃgame: y donde yo estuviere, allà también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
John 12:27: Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Mas por esto he venido en esta hora.
John 12:28: Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
John 12:29: Y la gente que estaba presente, y habÃa oÃdo, decÃa que habÃa sido trueno. Otros decÃan: Ãngel le ha hablado.
John 12:30: Respondió Jesús, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, mas por causa de vosotros.
John 12:31: Ahora es el juicio de este mundo: ahora el prÃncipe de este mundo será echado fuera.
John 12:32: Y yo, si fuere levantado de la tierra, á todos traeré á mà mismo.
John 12:33: Y esto decÃa dando á entender de qué muerte habÃa de morir.
John 12:34: Respondióle la gente: Nosotros hemos oÃdo de la ley, que el Cristo permanece para siempre: ¿cómo pues dices tú: Conviene que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre?
John 12:35: Entonces Jesús les dice: Aun por un poco estará la luz entre vosotros: andad entre tanto que tenéis luz, porque no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe dónde va.
John 12:36: Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y fuése, y escondióse de ellos.
John 12:37: Empero habiendo hecho delante de ellos tantas señales, no creÃan en él.
John 12:38: Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta IsaÃas: ¿Señor, quién ha creÃdo á nuestro dicho? ¿Y el brazo del Señor, á quién es revelado?
John 12:39: Por esto no podÃan creer, porque otra vez dijo IsaÃas:
John 12:40: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Porque no vean con los ojos, y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.
John 12:41: Estas cosas dijo IsaÃas cuando vió su gloria, y habló de él.
John 12:42: Con todo eso, aun de los prÃncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la sinagoga.
John 12:43: Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
John 12:44: Mas Jesús clamó y dijo: El que cree en mÃ, no cree en mÃ, sino en el que me envió;
John 12:45: Y el que me ve, ve al que me envió.
John 12:46: Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mà no permanezca en tinieblas.
John 12:47: Y el que oyere mis palabras, y no las creyere, yo no le juzgo; porque no he venido á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo.
John 12:48: El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el dÃa postrero.
John 12:49: Porque yo no he hablado de mà mismo; mas el Padre que me envió, él me dió mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
John 12:50: Y sé que su mandamiento es vida eterna: asà que, lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, asà hablo.
(SpaRV)
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