[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: Matthew 8-10 Day: 28
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Wed Jan 29 00:00:01 MST 2014
Bible in 52 Weeks:
Matthew 8:1: Y COMO descendió del monte, le seguÃan muchas gentes.
Matthew 8:2: Y he aquà un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme.
Matthew 8:3: Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fué limpiada.
Matthew 8:4: Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas á nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio á ellos.
Matthew 8:5: Y entrando Jesús en Capernaum, vino á él un centurión, rogándole,
Matthew 8:6: Y diciendo: Señor, mi mozo yace en casa paralÃtico, gravemente atormentado.
Matthew 8:7: Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Matthew 8:8: Y respondió el centurión, y dijo: Señor, no soy digno de que entres debajo de mi techado; mas solamente di la palabra, y mi mozo sanará.
Matthew 8:9: Porque también yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de mà soldados: y digo á éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y á mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Matthew 8:10: Y oyendo Jesús, se maravilló, y dijo á los que le seguÃan: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tanta.
Matthew 8:11: Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, é Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos:
Matthew 8:12: Mas los hijos del reino serán echados á las tinieblas de afuera: allà será el lloro y el crujir de dientes.
Matthew 8:13: Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creÃste te sea hecho. Y su mozo fué sano en el mismo momento.
Matthew 8:14: Y vino Jesús á casa de Pedro, y vió á su suegra echada en cama, y con fiebre.
Matthew 8:15: Y tocó su mano, y la fiebre la dejó: y ella se levantó, y les servÃa.
Matthew 8:16: Y como fué ya tarde, trajeron á él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó á todos los enfermos;
Matthew 8:17: Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta IsaÃas, que dijo: Ãl mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Matthew 8:18: Y viendo Jesús muchas gentes alrededor de sÃ, mandó pasar á la otra parte del lago.
Matthew 8:19: Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré á donde quiera que fueres.
Matthew 8:20: Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.
Matthew 8:21: Y otro de sus discÃpulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre á mi padre.
Matthew 8:22: Y Jesús le dijo: SÃgueme; deja que los muertos entierren á sus muertos.
Matthew 8:23: Y entrando él en el barco, sus discÃpulos le siguieron.
Matthew 8:24: Y he aquÃ, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubrÃa de las ondas; mas él dormÃa.
Matthew 8:25: Y llegándose sus discÃpulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos.
Matthew 8:26: Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y á la mar; y fué grande bonanza.
Matthew 8:27: Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?
Matthew 8:28: Y como él hubo llegado en la otra ribera al paÃs de los Gergesenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salÃan de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podÃa pasar por aquel camino.
Matthew 8:29: Y he aquà clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿has venido acá á molestarnos antes de tiempo?
Matthew 8:30: Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo.
Matthew 8:31: Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permÃtenos ir á aquel hato de puercos.
Matthew 8:32: Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron á aquel hato de puercos: y he aquÃ, todo el hato de los puercos se precipitó de un despeñadero en la mar, y murieron en las aguas.
Matthew 8:33: Y los porqueros huyeron, y viniendo á la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que habÃa pasado con los endemoniados.
Matthew 8:34: Y he aquÃ, toda la ciudad salió á encontrar á Jesús: Y cuando le vieron, le rogaban que saliese de sus términos.
Matthew 9:1: ENTONCES entrando en el barco, pasó á la otra parte, y vino á su ciudad.
Matthew 9:2: Y he aquà le trajeron un paralÃtico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralÃtico: ConfÃa, hijo; tus pecados te son perdonados.
Matthew 9:3: Y he aquÃ, algunos de los escribas decÃan dentro de sÃ: Ãste blasfema.
Matthew 9:4: Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Matthew 9:5: Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados; ó decir: Levántate, y anda?
Matthew 9:6: Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralÃtico): Levántate, toma tu cama, y vete á tu casa.
Matthew 9:7: Entonces él se levantó y se fué á su casa.
Matthew 9:8: Y las gentes, viéndolo, se maravillaron, y glorificaron á Dios, que habÃa dado tal potestad á los hombres.
Matthew 9:9: Y pasando Jesús de allÃ, vió á un hombre que estaba sentado al banco de los públicos tributos, el cual se llamaba Mateo; y dÃcele: SÃgueme. Y se levantó, y le siguió.
Matthew 9:10: Y aconteció que estando él sentado á la mesa en casa, he aquà que muchos publicanos y pecadores, que habÃan venido, se sentaron juntamente á la mesa con Jesús y sus discÃpulos.
Matthew 9:11: Y viendo esto los Fariseos, dijeron á sus discÃpulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Matthew 9:12: Y oyéndolo Jesús, le dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
Matthew 9:13: Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.
Matthew 9:14: Entonces los discÃpulos de Juan vienen á él, diciendo: ¿Por qué nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discÃpulos no ayunan?
Matthew 9:15: Y Jesús les dijo: ¿Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? mas vendrán dÃas cuando el esposo será quitado de ellos, y entonces ayunarán.
Matthew 9:16: Y nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Matthew 9:17: Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros; mas echan el vino nuevo en cueros nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente.
Matthew 9:18: Hablando él estas cosas á ellos, he aquà vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
Matthew 9:19: Y se levantó Jesús, y le siguió, y sus discÃpulos.
Matthew 9:20: Y he aquà una mujer enferma de flujo de sangre doce años habÃa, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido:
Matthew 9:21: Porque decÃa entre sÃ: Si tocare solamente su vestido, seré salva.
Matthew 9:22: Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: ConfÃa, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora.
Matthew 9:23: Y llegado Jesús á casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la gente que hacÃa bullicio,
Matthew 9:24: DÃceles: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.
Matthew 9:25: Y como la gente fué echada fuera, entró, y tomóla de la mano, y se levantó la muchacha.
Matthew 9:26: Y salió esta fama por toda aquella tierra.
Matthew 9:27: Y pasando Jesús de allÃ, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.
Matthew 9:28: Y llegado á la casa, vinieron á él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: SÃ, Señor.
Matthew 9:29: Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme á vuestra fe os sea hecho.
Matthew 9:30: Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
Matthew 9:31: Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
Matthew 9:32: Y saliendo ellos, he aquÃ, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
Matthew 9:33: Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y las gentes se maravillaron, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.
Matthew 9:34: Mas los Fariseos decÃan: Por el prÃncipe de los demonios echa fuera los demonios.
Matthew 9:35: Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
Matthew 9:36: Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.
Matthew 9:37: Entonces dice á sus discÃpulos: à la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Matthew 9:38: Rogad, pues, al Señor de la mies, que envÃe obreros á su mies.
Matthew 10:1: ENTONCES llamando á sus doce discÃpulos, les dió potestad contra los espÃritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
Matthew 10:2: Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero, Simón, que es dicho Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
Matthew 10:3: Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;
Matthew 10:4: Simón el Cananita y Judas Iscariote, que también le entregó.
Matthew 10:5: á estos doce envió Jesús, á los cuales dió mandamiento, diciendo: Por el camino de los Gentiles no iréis, y en ciudad de Samaritanos no entréis;
Matthew 10:6: Mas id antes á las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Matthew 10:7: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
Matthew 10:8: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.
Matthew 10:9: No aprestéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;
Matthew 10:10: Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.
Matthew 10:11: Mas en cualquier ciudad, ó aldea donde entrareis, investigad quién sea en ella digno, y reposad allà hasta que salgáis.
Matthew 10:12: Y entrando en la casa, saludadla.
Matthew 10:13: Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá á vosotros.
Matthew 10:14: Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa ó ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Matthew 10:15: De cierto os digo, que el castigo será más tolerable á la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el dÃa del juicio, que á aquella ciudad.
Matthew 10:16: He aquÃ, yo os envÃo como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Matthew 10:17: Y guardaos de los hombres: porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
Matthew 10:18: Y aun á prÃncipes y á reyes seréis llevados por causa de mÃ, por testimonio á ellos y á los Gentiles.
Matthew 10:19: Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo ó qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.
Matthew 10:20: Porque no sois vosotros los que habláis, sino el EspÃritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
Matthew 10:21: Y el hermano entregará al hermano á la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.
Matthew 10:22: Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que soportare hasta el fin, éste será salvo.
Matthew 10:23: Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid á la otra: porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre.
Matthew 10:24: El discÃpulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
Matthew 10:25: Bástale al discÃpulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de la familia llamaron Beelzebub, ¿cuánto más á los de su casa?
Matthew 10:26: Asà que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
Matthew 10:27: Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oÃs al oÃdo predicadlo desde los terrados.
Matthew 10:28: Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Matthew 10:29: ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae á tierra sin vuestro Padre.
Matthew 10:30: Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Matthew 10:31: Asà que, no temáis: más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Matthew 10:32: Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Matthew 10:33: Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Matthew 10:34: No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.
Matthew 10:35: Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.
Matthew 10:36: Y los enemigos del hombre serán los de su casa.
Matthew 10:37: El que ama padre ó madre más que á mÃ, no es digno de mÃ; y el que ama hijo ó hija más que á mÃ, no es digno de mÃ.
Matthew 10:38: Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mÃ, no es digno de mÃ.
Matthew 10:39: El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mÃ, la hallará.
Matthew 10:40: El que os recibe á vosotros, á mà recibe; y el que á mà recibe, recibe al que me envió.
Matthew 10:41: El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibirá.
Matthew 10:42: Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua frÃa solamente, en nombre de discÃpulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa.
(SpaRV)
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