[Biblein52weeks-es] Bible in 52 Weeks: Luke 9-10 Day: 161
dailyreading at churchofgodinchristmennonite.net
dailyreading at churchofgodinchristmennonite.net
Tue Jun 11 00:00:12 MDT 2013
Bible in 52 Weeks:
Luke 9:1: Y JUNTANDO á sus doce discÃpulos, les dió virtud y potestad sobre todos los demonios, y que sanasen enfermedades.
Luke 9:2: Y los envió á que predicasen el reino de Dios, y que sanasen á los enfermos.
Luke 9:3: Y les dice: No toméis nada para el camino, ni báculo, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengáis dos vestidos cada uno.
Luke 9:4: Y en cualquiera casa en que entrareis, quedad allÃ, y de allà salid.
Luke 9:5: Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.
Luke 9:6: Y saliendo, rodeaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio, y sanando por todas partes.
Luke 9:7: Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que hacÃa; y estaba en duda, porque decÃan algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
Luke 9:8: Y otros: ElÃas ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.
Luke 9:9: Y dijo Herodes: à Juan yo degollé: ¿quién pues será éste, de quien yo oigo tales cosas? Y procuraba verle.
Luke 9:10: Y vueltos los apóstoles, le contaron todas las cosas que habÃan hecho. Y tomándolos, se retiró aparte á un lugar desierto de la ciudad que se llama Bethsaida.
Luke 9:11: Y como lo entendieron las gentes, le siguieron; y él las recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba á los que tenÃan necesidad de cura.
Luke 9:12: Y el dÃa habÃa comenzado á declinar; y llegándose los doce, le dijeron: Despide á las gentes, para que yendo á las aldeas y heredades de alrededor, procedan á alojarse y hallen viandas; porque aquà estamos en lugar desierto.
Luke 9:13: Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, si no vamos nosotros á comprar viandas para toda esta compañÃa.
Luke 9:14: Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo á sus discÃpulos: Hacedlos sentar en ranchos, de cincuenta en cincuenta.
Luke 9:15: Y asà lo hicieron, haciéndolos sentar á todos.
Luke 9:16: Y tomando los cinco panes y los dos pescados, mirando al cielo los bendijo, y partió, y dió á sus discÃpulos para que pusiesen delante de las gentes.
Luke 9:17: Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que les sobró, doce cestos de pedazos.
Luke 9:18: Y aconteció que estando él solo orando, estaban con él los discÃpulos; y les preguntó diciendo: ¿Quién dicen las gentes que soy?
Luke 9:19: Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros, ElÃas; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.
Luke 9:20: Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decÃs que soy? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios.
Luke 9:21: Mas él, conminándolos, mandó que á nadie dijesen esto;
Luke 9:22: Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los prÃncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer dÃa.
Luke 9:23: Y decÃa á todos: Si alguno quiere venir en pos de mÃ, niéguese á sà mismo, y tome su cruz cada dÃa, y sÃgame.
Luke 9:24: Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mÃ, éste la salvará.
Luke 9:25: Porque ¿qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y sé pierda él á sà mismo, ó corra peligro de s�
Luke 9:26: Porque el que se avergonzare de mà y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzará cuando viniere en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles.
Luke 9:27: Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquÃ, que no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios.
Luke 9:28: Y aconteció como ocho dÃas después de estas palabras, que tomó á Pedro y á Juan y á Jacobo, y subió al monte á orar.
Luke 9:29: Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.
Luke 9:30: Y he aquà dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y ElÃas;
Luke 9:31: Que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual habÃa de cumplir en Jerusalem.
Luke 9:32: Y Pedro y los que estaban con él, estaban cargados de sueño: y como despertaron, vieron su majestad, y á aquellos dos varones que estaban con él.
Luke 9:33: Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice á Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquÃ: y hagamos tres pabellones, uno para ti, y uno para Moisés, y uno para ElÃas; no sabiendo lo que se decÃa.
Luke 9:34: Y estando él hablando esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor entrando ellos en la nube.
Luke 9:35: Y vino una voz de la nube, que decÃa: Ãste es mi Hijo amado; á él oÃd.
Luke 9:36: Y pasada aquella voz, Jesús fué hallado solo: y ellos callaron; y por aquellos dÃas no dijeron nada á nadie de lo que habÃan visto.
Luke 9:37: Y aconteció al dÃa siguiente, que apartándose ellos del monte, gran compañÃa les salió al encuentro.
Luke 9:38: Y he aquÃ, un hombre de la compañÃa clamó, diciendo: Maestro, ruégote que veas á mi hijo; que es el único que tengo:
Luke 9:39: Y he aquà un espÃritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole.
Luke 9:40: Y rogué á tus discÃpulos que le echasen fuera, y no pudieron.
Luke 9:41: Y respondiendo Jesús, dice: ¡Oh generación infiel y perversa! ¿hasta cuándo tengo de estar con vosotros, y os sufriré? Trae tu hijo acá.
Luke 9:42: Y como aun se acercaba, el demonio le derribó y despedazó: mas Jesús increpó al espÃritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió á su padre.
Luke 9:43: Y todos estaban atónitos de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacÃa, dijo á sus discÃpulos:
Luke 9:44: Poned vosotros en vuestros oÃdos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres.
Luke 9:45: Mas ellos no entendÃan esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen; y temÃan preguntarle de esta palabra.
Luke 9:46: Entonces entraron en disputa, cuál de ellos serÃa el mayor.
Luke 9:47: Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño, y púsole junto á sÃ,
Luke 9:48: Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mà nombre, á mà recibe; y cualquiera que me recibiere á mÃ, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será el grande.
Luke 9:49: Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto á uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.
Luke 9:50: Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
Luke 9:51: Y aconteció que, como se cumplió el tiempo en que habÃa de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir á Jerusalem.
Luke 9:52: Y envió mensajeros delante de sÃ, los cuales fueron y entraron en una ciudad de los Samaritanos, para prevenirle.
Luke 9:53: Mas no le recibieron, porque era su traza de ir á Jerusalem.
Luke 9:54: Y viendo esto sus discÃpulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo ElÃas?
Luke 9:55: Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espÃritu sois;
Luke 9:56: Porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron á otra aldea.
Luke 9:57: Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré donde quiera que fueres.
Luke 9:58: Y le dijo Jesús: Las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza.
Luke 9:59: Y dijo á otro: SÃgueme. Y él dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre á mi padre.
Luke 9:60: Y Jesús le dijo: Deja los muertos que entierren á sus muertos; y tú, ve, y anuncia el reino de Dios.
Luke 9:61: Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa.
Luke 9:62: Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.
Luke 10:1: Y DESPUÃS de estas cosas, designó el Señor aun otros setenta, los cuales envió de dos en dos delante de sÃ, á toda ciudad y lugar á donde él habÃa de venir.
Luke 10:2: Y les decÃa: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envÃe obreros á su mies.
Luke 10:3: Andad, he aquà yo os envÃo como corderos en medio de lobos.
Luke 10:4: No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y á nadie saludéis en el camino.
Luke 10:5: En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.
Luke 10:6: Y si hubiere allà algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá á vosotros.
Luke 10:7: Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa.
Luke 10:8: Y en cualquiera ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante;
Luke 10:9: Y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado á vosotros el reino de Dios.
Luke 10:10: Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:
Luke 10:11: Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad á nuestros pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se ha llegado á vosotros.
Luke 10:12: Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel dÃa, que aquella ciudad.
Luke 10:13: ¡Ay de ti, CorazÃn! ¡Ay de ti, Bethsaida! que si en Tiro y en Sidón hubieran sido hechas las maravillas que se han hecho en vosotras, ya dÃas ha que, sentados en cilicio y ceniza, se habrÃan arrepentido.
Luke 10:14: Por tanto, Tiro y Sidón tendrán más remisión que vosotras en el juicio.
Luke 10:15: Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta los infiernos serás abajada.
Luke 10:16: El que á vosotros oye, á mà oye; y el que á vosotros desecha, á mà desecha; y el que á mà desecha, desecha al que me envió.
Luke 10:17: Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
Luke 10:18: Y les dijo: Yo veÃa á Satanás, como un rayo, que caÃa del cielo.
Luke 10:19: He aquà os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Luke 10:20: Mas no os gocéis de esto, que los espÃritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
Luke 10:21: En aquella misma hora Jesús se alegró en espÃritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas á los sabios y entendidos, y las has revelado á los pequeños: asÃ, Padre, porque asà te agradó.
Luke 10:22: Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre; ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y á quien el Hijo lo quisiere revelar.
Luke 10:23: Y vuelto particularmente á los discÃpulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis:
Luke 10:24: Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oÃr lo que oÃs, y no lo oyeron.
Luke 10:25: Y he aquÃ, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?
Luke 10:26: Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿cómo lees?
Luke 10:27: Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y á tu prójimo como á ti mismo.
Luke 10:28: Y dÃjole: Bien has respondido: haz esto, y vivirás.
Luke 10:29: Mas él, queriéndose justificar á sà mismo, dijo á Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Luke 10:30: Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendÃa de Jerusalem á Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; é hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Luke 10:31: Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, se pasó de un lado.
Luke 10:32: Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, se pasó de un lado.
Luke 10:33: Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fué movido á misericordia;
Luke 10:34: Y llegándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, llevóle al mesón, y cuidó de él.
Luke 10:35: Y otro dÃa al partir, sacó dos denarios, y diólos al huésped, y le dijo: CuÃdamele; y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré.
Luke 10:36: ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fué el prójimo de aquél que cayó en manos de los ladrones?
Luke 10:37: Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
Luke 10:38: Y aconteció que yendo, entró él en una aldea: y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa.
Luke 10:39: Y ésta tenÃa una hermana que se llamaba MarÃa, la cual sentándose á los pies de Jesús, oÃa su palabra.
Luke 10:40: Empero Marta se distraÃa en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude.
Luke 10:41: Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada:
Luke 10:42: Empero una cosa es necesaria; y MarÃa escogió la buena parte, la cual no le será quitada.
(SpaRV)
Plan designed by http://www.bible-reading.com
More information about the biblein52weeks-es
mailing list